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EL AMOR NO ES COSA DE TRES! Momentos Hot! (SM/GW/DM)

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EL AMOR NO ES COSA DE TRES!  Momentos Hot! (SM/GW/DM) Empty EL AMOR NO ES COSA DE TRES! Momentos Hot! (SM/GW/DM)

Mensaje por Ailei Salvatore Lun 07 Jun 2010, 07:07

Holaa!! Very Happy Antes de empezar con mi fic aprovecho para presentarme. Me llamo Mireia y tengo 18 años ¿Cómo he conocido vuestro foro? Pues muy facil, vuestra administradora (Luna Lovegood Granger) me invito a que pasara por aqui y nada aqui estoy! En esta historia se mezclan amistad, amor, dudas, sexo, conflictos familiares... Os dejo el primer capitulo y ya diréis vosotros!

Disclaimer: Todos los personajes y lugares pertenecen a JKR, excepto un personaje (que es enteramente mio y de nadie mas Cool )

Capitulo 1

Como todos los años nos encontrábamos en la estación King Cross, esperando al expreso de Hogwarts. El verano había pasado demasiado rápido y todos nosotros nos lamentábamos por tener que regresar a la escuela tan pronto, pero sobretodo yo. El año pasado había echo algo de lo que me arrepentiria por mucho tiempo.

A principios de curso empecé a salir con Harry pero al poco tiempo él me desveló que aún no había logrado olvidar a Cho Chang, así que tras la ruptura con Harry dejé que Draco Malfoy me consolara. Admití que aquella noche fue la mejor de mi vida, pero rápidamente acepté que aquello no se tendría que volver a repetir. Tanto por mi bien como el bien de Malfoy.

Mis amigos y yo nos encontrábamos sentados en unos de los numeroso bancos que habían por toda la estación. Poco a poco la gente empezaba a llenar el andén, alumnos con sus baúles y sus mascotas, furiosas y encerradas en sus jaulas. Hermione me dio un codazo discreto y se acercó a mi, yo también me incliné hacía ella.

- ¿Desde cuándo Malfoy trata con Luna? - preguntó Hermione

Yo busqué con la mirada a nuestra amiga y la encontré un poco más lejos de nosotros, hablando con un chico. A primera vista él parecía Malfoy, pero lo observé mejor y me di cuenta de que no era.

Su piel no era pálida y trasparente como la de Malfoy, sino que tenía un suave tono bronceado. Sus facciones eran un poco más suaves y escuchaba atentamente a Luna con una bonita sonrisa en los labios. Su cabello no era rubio platino, sino un rubio más oscuro.

- Ese chico no es Malfoy. - susurré yo.

- ¿Cómo lo sabes? -

-Fijate bien en su rostro o en su pelo. ¿De verdad crees que Malfoy perdería su preciadísimo tiempo hablando con Luna? - dije y alcé una ceja.

- Eh, vosotras dos! ¿Qué estais cuchicheando? - preguntó mi hermano y Harry asintió con la cabeza.

- Hermione cree que el chico con quien habla Luna es Malfoy. -

Ambos chicos miraron al desconocido y lo observaron con atención. Cuando parecía que la conversación entre Luna y el chico había terminado, él se despidió de ella con la mano y se alejó.

- Ya le gustaría a Malfoy ser ese chico. - dijo Ron con seriedad, y nosotros reimos. - Parece bastante simpático. - terminó.

Reimos todos antes el comentario de mi hermano pero el rubio de una vieja máquina de tren nos sacó de nuestra conversación. Todos miramos hacías las vias y vimos el precioso tren rojo y escarlaíta.

- El expreso ya ha llegado. - sonreí.

Cuando el tren se paró por completo todos los alumnos empezaban a despedirse de sus familiares, pero para nuestra suerte nosotros ya nos habíamos despedido de papá y de mamá (papá tenía que regresar pronto al ministerio). Cuando subimos al tren buscamos nuestro compartimento y nos acomodamos en él.

- Hola chicos! - exclamó Luna feliz, después de un rato. - ¿Qué tal? -

- Luna, que alegría verte. - sonreí.

Ella nos abrazó y nos besó a cada unos, luego empezo a contarnos todo lo que hizo durante el verano. Más tarde los chicos decidieron ir en busca de los demás Gryffindors, dejándonos a las tres solas.

- Dime Luna, ¿quién era el chico qué estaba contigo en la estación? - pregunté curiosa.

- Se llama Sebastian y ha venido desde España, este año será el nuevo Gryffindor. Hermione y yo nos miramos sorprendidas.

- ¿Gryffindor? - repitió Herm.

- Ajá! ¿Queréis conocerlo? - preguntó ella alegremente.

- Claro. - acepté.

Luna se marchó del compartimento y regresó con él, al cabo de unos minutos. Si de lejos parecía guapo, de cerca estaba como un bombón. Era bastante alto, rubio oscuro con los ojos grises. Y esos ojos me erna conocidos, pero no lograba saber el porque. Sebastian nos dio dos besos a cada una mientras Luna decía nuestros nombres.

- Sebastian te presento a Hermione y a Ginny, ella también son Gryffindor. - presentó la rubia.

- ¿De verdad? Pues menudo alivio, ya me esperaba yo empezar las clases sin conocer a nadie. - sonrió dejando a la vista una bonita sonrisa verdadera.

Los cuatros nos quedamos nos quedamos allí charrando, rápidamente nos dimos cuenta que Sebastian además de ser muy simpático era muy sociable. Al rato aparecieron Harry y mi hermano. ambos se quedaron sorprendidos al encontrarse al rubio allí, con nosotras.

- Chicos, este es Sebastian. - presenté. - Es un león, como nosotros. - sonreí.

- Bienvenido, Sebastian. - sonrió Harry y alargó la mano. - Yo soy Harry y él es Ron. - mi hermano también alargó la mano y la estrechó con la del rubio.

- Sebastian, ¿se te da bien el Quidditch? - preguntó Harry mientras nos sentabamos y nos poniamos cómodos.

- Bueno he jugado algunas vecces como cazador y creo que no lo hice del todo mal. -

Harry volvia a ser el capitán del equipo de Gry y aunque el curso aún no había empezado, él ya estaba reorganizando el equipo.

- Estupendo. - sonrió Harry y se volvió hacía Ron. - Alicia Spinet deja el equipo pero ya tenemos un nuevo sustituto. -

- Harry, ¿aún no hemos empezado el curso y tu ya estar organizando el equipo? - dije.

- Exacto, tenemos que tener el equipo preparado cuanto antes para pronto poder empezar a entrenar.

Todos reimos ante la efusividad de Harry. Finalmente Harry se fue pero Sebastian se quedó con nosotros, estuvimos todo el trayecto juntos y en cuanto nos habíamos dado cuenta ya habíamos llegado a la estación de Hosmeade. Nos pusimos las túnicas y de unos en uno fuimos saliendo del compartimento. Yo alargé la mano para coger mi bolso pero no llegaba, así que muerta de la vergüenza me volteé y miré a Sebastian, él solto una carcajada.

- No te rias, tono. - dije. - Vámos, ayúdame. -

Él sin dejar de sonreír se acercó hasta donde estaba mi bolso y lo cogió sin ningún problema. Cuando me lo entregó me perdí en su preciosos ojos claros y a él no le pareció molestarle sino todo lo cotrario, Sebastian también me observó. Al cabo de unos minutos aparté la mirada, y acalorada salí del compartimento. Harry, mi hermano y Hermione nos esperaban en el andén.

- Pero mira a quien tenemos aquí. - dijo la voz de MAlfoy a nuestras espaldas. Ambas nos volteamos. - A mi querido hermanito. - dijo con sorna.

Yo parpadeé varias veces y fui entonces cuando me di cuenta. Mire a Malfoy y luego a Sebastian y me percate que sus ojos eran idénticos. Pero a diferencia que en los ojos de Sebastian no había ese brillo de maldad que poseía la mirada de su hermano.

- Hola, hermano. - susurró Sebastian

- ¿Qué estás haciendo aquí? - preguntó Malfoy.

- Quiero arreglar las cosas, eso es todo. -

Malfoy soltó una carcajada.

- Así que ahora quieres regresar a casa, ¿sabes? tiene gracia. - dijo sonriendo. - Por cierto, padre sigue muy molesto contigo pero ya verás tu lo que haces. -

Malfoy y su pandilla dieron la vuelta y empezaron a alejarse.

- Draco. - llamó Sebastian y el aludido volteó la cabeza. - Me alegra volver a verte. -

Los labios del rubio se torcieron en una sonrisa perversa, típica de él.

- Y yo también, hermano. - sonrió.

Sebastian desvió la mirada incómodo cuando vio nuestros rostros sorprendidos.

- Es una larga historia, luego os cuento. - murmuró.

Salimos de la estación de Hosmeade y caminamos hasta los carruajes que nos llevarían hasta el castillo. No pude evitar sonreír cuando Sebastian contempló el castillo por primera vez.

Aquella noche el castillo estaba más hermoso que de costumbre. Una multitud de puntitos brillantes adornaban el enorme edificio, y como telón de fondo había un cielo de verano despejado, con un millar de estrellas y una luna en cuarto creciente.

- Si esto te parece increíble no te pierdas el resto. - comentó Harry.

- ¿Hay más? - preguntó el rubio.

- Por supuesto. - dijo mi hermano. - El Gran Comedor, las escaleras canviantes, el Bosque Prohibido, el lago... - enumeró.

Por fin entramos en el castillo y cuando llegamos al Gran Comedor Sebastian exclamó con sorpresa. Nosotros reímos y recordé la primera vez que entre en aquel lugar, mi reacción fue exactamente la misma que la del rubio. Nos sentamos en nuestra mesa y en aquel momento el director se levantó de su silla, automáticamente el silencio invadió todo el lugar.

-Bienvenidos seais todos a Hogwarts, solo quería compartir la alegría de ver todos vuestros felices rostros un año más. Tal vez un añó más o un año especial, sobre todo para los alumnos de séptimo. - y todos los alumnos de dicho curso golpearon fuerte en las mesas para hacerse de notar. - También desearos suerte y ahora que inicié la Ceremonia de Selección.

Todos aplaudieron mientras que los menudo alumnos de primero caminaban por el centro del Gran comedor, encabezados por la profesora McGonagall. Ella iba nombrando a los niños y el sombrero seleccionador los enviaba a sus correspondientes casas. Ese año teníamos a seis nuevos leones, contando a Sebastian.

- !Y ahora queridos alumnos, a disfrutar de la cena¡ - acabó el director. Todos golpearon nuevamente en las mesas pero el director volvió a pedir silencio. - Por cierto, se me olvidaba deciros que las clases empezaran el próximo lunes, ya que sería un poco extraño empezar un sábado, ¿no os parece? -

Ahora los aplausos y golpes fueron más fuertes y numerosos que anteriormente, y así la comida apareció sobre los platos y fuentes de plata.

- Sebastian, ¿por qué te fuiste de casa? - pregunté a mitad de la cena.

Él tardo varios minutos en contestar, tragó la comida que tenía en la boca y respiró hondo, comenzó a hablar.

- Empezaré por el principio. - susurro. - Yo nací tres minutos antes que Draco, lo que quiere decir que soy mayor que él y que también somos mellizos. Al criarnos juntos y tener la misma edad haciamos todo tipo de travesuras, lo que no ideaba mi hermano lo hacia yo y viceversa. Aún me acuerdo aquella vez cuando a mi hermano se le ocurrió la genial idea de escaparnos al cementerio de noche. -

Sus labios formaron una pequeña sonrisa de añoranza. Cogió su vaso y pegó un trago.

- También recuerdo que Draco era el primero en defenderme de algún crío, pero también era el primero en pegarme. También me defendía de los reproches de Lucius aunque mi hermano era, y lo seguirá siendo, el ojito derecho de mi padre. - él volvió a hacer otro parón. - El tiempo paso y ambos ibamos creciendo pero noté como mi hermano canvió. Nuestros regalos eran los más caros del resto de los niños y desde muy pequeño Draco desarroyó un fuerte carácter. Entonces mi hermano empezó a quitarme todo mis juguetes, a gritarme incluso me echaba las culpas de las trastadas que él hacía y obviamente Lucius le creía. Yo no quería terminar como Draco, así que un día discutí con mi hermano y con mi padre. Me fui de la mansión. - terminó

Detrás de nostros escuchamos tres aplausos finjidos y volteamos las cabezas. Era Malfoy y lo había escuchado todo.

- Ha sido increíble escuchar nuestra historia en tus labios. - dijo. - Pero te has olvidado de la parte más importante de la historia. - dijo con malícia.

- ¿Qué parte? - dijo Sebastian.

- Tú me arrebataste el cariño de nuestra madre y no contento con eso intentaste poner a padre en mi contra, pero no lo conseguiste. - dijo y finjió tristeza. - Y todos estos años me he estado preguntado "porqué" -

Sebastian se levantó y se puso enfrente de su hermano. Lo observó durante unos segundos, luego se defendió.

- Eso no es cierto, yo nunca he tratado de poner a padre en tu contra y sabes perfectamente que ella nos quería a los dos por igual. - murmuró y su rostro tomo una mueca dde dolor y tristeza. - Draco solo quiero que las cosas vuelvan a ser como eran antes. -

El rubio fulminó con la mirada a Sebastian, pero este no desvió la cabeza si no que agunató con la cabeza bien alta.

- Nada volverá a ser como antes, ¿y sabes por qué?, porque yo no lo voy a permitir. No voy a consentir que pongas un solo pie en la mansión o que te acerques a madre. - amenazó duramente.

- Draco, no te tengo miedo. Deberías saberlo, tus amenazas no me intimidan. - dijo Sebasian con calma.

- Pues deberías. No me importa que seas mi hermano de sangre, por que si tengo que aplastarté te aplastaré y creéme el pulso no me temblará ni lo más mínimo. -

¿Pero cómo era posible qué dos hermanos se odiasesn tanto? Una escalofrío recorrió mi columna vertebral, yo sería incapaz de dañar alguno de mis hermano y Malfoy acababa de jurar que aplastaría a Sebastian, no duraria en hacerlo.

Ni Sebastian ni nadie hizo ningún comentari después de que Malfoy se alejara. Cuando terminamos de cenar abandonamos el Gran Comedor y nos diriimos hacía la torre de Gryffindor. Nos quedamos hablando durante bastante rato pero finalmente Harry, Hermione y Ron decidieron acostarse, dejándonos a Sebastian y a mi solos.

- Sebastian. - susurré y el me miró. - Siento lo de tu hermano pero no entiendo como os podéis odiar tanto. -

Él sonrió con tristeza, luego habló.

- ¿De verdad crees que odio a mi hermano? - preguntó pero yo no supe contestar. - No sabes lo equivocada que estás. -

Ante aquella afirmación aparté la mirada avergonzada, pero sentí su mirada en mi persona y volví a mirarlo a los ojos.

- Draco es mi hermano y me duele cada palabra suya, pero tengo la esperanza de que cuando él hable no sea él, si no su orgullo quien deje escapar esas palabras. - terminó con una sonrisa.

- Tú no lo odias, únicamente t defiendes de sus ataques. - comprendí y él asintió. Bueno dejemos de hablar de cosas feas y tristes. - dije de repente.

La sonrisa de él se ensanchó y canvió completamente, ya no era triste sino divertida incluso sorprendida.

- ¿Qué te parece si mañana te enseño los terrenos de la escuela? -

- Me parece genial. -

- Pues entonces me voy a la cama. - dije. - Mañana va a ser un día muy largo y duro. - sonreí. - Buenas noches. -

Empecé a caminar hacía las escaleras que subían a las habitaciones pero Sebastian me llamó cuando ya estaba en eñ tercer escalón. Volteé la cabeza hacía él.

- ¿Sabes? creo que llegaremos a ser muy buenos amigos. - sonrió.

Sentí como la alegría se posaba en mi estómago con forma de mariposas. Mariposas que revolloteaban y me hacían sentir cosquillas. Sentí flotar sobre el suelo durante unos segundos.

- Seguro que serás muy especial para mi. - acabó.

Yo sonreí y desvié la mirada sin dejar de sonreír, me di la vuelta y subí a la habitación de las chicas...



¿Qué os ha parecido?Bueno acepto toda clase de consejos, criticas (siempre que sean constructivas), ideas, sugerencias...

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EL AMOR NO ES COSA DE TRES!  Momentos Hot! (SM/GW/DM) Empty Re: EL AMOR NO ES COSA DE TRES! Momentos Hot! (SM/GW/DM)

Mensaje por Ailei Salvatore Miér 09 Jun 2010, 11:51

Os dejo el segundo capitulo haber que tal...

Capitulo 2.

Al día siguiente me desperté con una sonrisa en los labios. Aquella noche había soñado con Sebastian, en el sueño él me repetía una y otra vez "serás especial para mi". Tarareé mi canción favorita de camino a la ducha, luego de bañarme regresé a la habitación. Hermione aún estaba allí.

- ¿A qué viene tanta felicidad? -

- ¿Felicidad? - repetí mientras rebuscaba en mi armario.

Al fin encontré mis pantalones negros ajustados, una camiseta básica de tirantes y mis botas blancas, a juego con la camiseta. Volví a tararear la canción.

- No te hagas la tonta. Desde que te has levantad no se te ha borrado esa sonrisa y en lugar de caminar parece que flotas en el aire. Sin mencionar que no paras de cantar tu canción favorita. -

- ¿Acaso tú nunca te has levantado feliz? - pregunté

Ella abrió la puerta de la habitación, señaló hacía afuera de la misma.

- Vamos, que los chicos nos esperan bajo. - informó.

Terminé de arreglarme y bajé a la sala común. Cuando vi a Sebastian casi me da algo. Llevaba puestos unos vaqueros negros y ajustados, lo combinaba con una camiseta básica blanca de manga corta y unas deportivas de vestir. Bajamos al Gran Comedor y nos sentamos en nuestra mesa. El rubio no dejaba de mirarme, y aquello me ponía nerviosa.

- ¿He olvidado ponerme algo importante? - pregunté temerosa

Sebastian empezó a reírse y noté como mis mejillas se encendían de rojo.

- Parece que hoy nos hemos puesto de acuerdo con la ropa. - comentó divertido.

Y en aquel momento entendí lo que me dijo. Ambos íbamos vestidos iguales. Los dos llevábamos puestos vaqueros ajustados negros y una camiseta básica blanca.

- Oh, tienes razón. -

Hermione me mandaba miradas interrogativas pero yo me concentré en mi bol de cereales. Cuando terminamos de desayunar Harry, Ron y Hermione decidieron visitar a Hagrid.

- ¿Qué me vas a enseñar primero? -

- ¿Los jardines? - dije el primer lugar que se me paso por la cabeza.

Sebastian asintió con la cabeza y paseando lo guié hasta los jardines de la escuela. Aquel lugar tenía su encanto pero a mi no me gustaba demasiado. Las flores cubrían todos los arbustos y plantas, todo tipo de flores y fragancias se mezclaban a la vez. Pero gracias a dios el viento ha veces que soplaba conseguía llevarse aquel cargante aroma.

- Un lugar hermoso. - observó él.

- Algunas parejas pasean por aquí cuando hace buen tiempo. - susurré y también observé mi alrededor. - Es un lugar hermoso como tú has dicho, pero es cargante. Las fragancias se mezclan y me mareo con facilidad. - dije sin darme cuenta.

Sebastian se acercó por mi espalda y colocó sus manos en mi cintura, sentí su cuerpo casi pegado al mío. Me mordí el labio inferior y cerré los ojos, gracias a dios yo estaba de espaldas respecto a él y no me podía ver.

- Ginny, ¿te encuentras bien? - susurró preocupado.

- Si. - suspiré aún con los ojos cerrados.

A continuación bajamos hacía el Bosque Prohibido. Las hojas de algunos árboles, sobretodo las más altas, se mostraban amarillentas a causa de los fuertes rayos de sol veraniego. Los cantos y ruiditos de los habitantes del bosque nos acompañaron durante todo el recorrido, pronto llegamos hasta el pequeño claro.

- Este bosque resulta aterrador por las noches, y además aquí viven todas las criaturas mágicas que te puedas imaginar. - susurré y Sebastian empezó a deambular por el claro, observando cada detalle. - Desde las delicadas hadas o ninfas, hermosos unicornios, magestuosos hipogrifos hasta los poderosos centauros. -

- Todo esto es increíblemente bello. -

Sebastian estiró sus brazos en posición horizontal y respiró profundamente el aire limpio que corría por aquellos lugares.

- ¿En España no hay bosques? - pregunté curiosa.

- Ojala hubieran bosques mágicos como este. - dijo. - Que yo sepa en la España muggle no quedan muchos bosques mágicos. - bromeó.

Yo abrí los ojos sorprendida y él rió ante mi reacción.

- ¿Vivías entre muggles? - pregunté sorprendida.

- Si, francamente me parecía más cómodo, ya que a mi 13 años no tenía mucho conocimiento sobre la magia. -

Este chico cada vez me sorprendía más.

- ¿Tenías 13 años cuando te fuiste de casa? - pregunté atónita. - !Y tú te quejas de tu hermano diciendo que desde muy pronto desarrolló un fuerte carácter! ¡Pero si tú eras un crío! - exclamé.

Sebas no hacía más que reírse de mis reacciones y así seguimos caminando hasta llegamos al lago. El calamar gigante sacó sus brazos fuera del agua y Sebastian exclamó de sorpresa, ahora era yo quien rió de su reacción.

- Este lugar es mi favorito. - susurré mientras me sentaba, apoyándome en un árbol. Sebastian me observó. - Me siento aquí y cierro los ojos, olvidándome de todos mis problemas. -

- Pues creo que a partir de este momento tendrás que compartir este lugar conmigo. - dijo Sebastian.

Cuando abrí los ojos él se había sentado a mi lado, sonreí.

- Es un buen lugar para estar en paz. -

Nos quedamos en silencio y yo me volví a relajar, supongo que él hizo lo mismo.

- Ya sabes muchas cosas sobre mí, pero yo en cambió no se nada de ti. - susurró.

- ¿Quieres saber de mi? -

Sebastian afirmó con la cabeza.

- Soy la hermana pequeña de 6 hermanos con lo que me convierte en la única chica. Mi familia y yo vivimos en una casa pequeña que llamamos "La madriguera" y si te das cuenta el edificio está un poco torcido. - mencioné y Sebasian se echó a reír. - Bueno también tenemos un pequeño granero y unos pocos animales domésticos. -

Desvié la mirada hacía el lago y suspiré.

- La verdad que mi familia es pobre, pero aún así somos muy felices. -

- Ginny, el dinero no da la felicidad, yo te lo puedo asegurar. - afirmó. - Los Malfoy somos el mejor ejemplo. - bromeó

Comprobé que ya era un poco tarde para llegar al almuerzo así que nos quedamos en el lago hasta la hora de comer. Pero antes de regresar al castillo llevé a Sebastin hasta el campo de Quidditch, luego regresamos a la escuela.

- No sabía que mi hermano tuviera novia. - comentó él mientras nos acercábamos a las puertas del castillo.

Malfoy y su pansilla estaban en las afueras del castillo. Él cogió a Parkinson del brazo y casi con violencia tiró de ella y la besó con ansias, luego ella descendió hasta su cuello y empezo a besarlo, mientras que el miraba a unas chicas que pasabn por su lado. Sonrió con picardía hasta que las perdió de vista.

- Esos dos no son novios. -

- ¿Y entonces? -

- Únicamente se acuestan juntos. - dije y recordé la noche que pasé con él. - Tu hermano es el típico que utiliza a lasmujeres para obtener sexo y cuando te despiertas ya no esta a tu lado. Desgraciadamente muchas chicas desearian pasar una noche con él, y lo peor de todo es que Malfoy lo sabe y le encanta. - susurré

Sebastian estuvo un rato en silencio, luego habló.

- Hablas como si conocieras bien a mi hermano. - susurro. - Has pasado una noche con él, ¿cierto? - dijo despacio.

- Aquí todas sabemos de sobra lo que tu hermano busca. - respondí secamente.

Caminamos en silencio hasta llegar a la torre de Gryffindor, allí nos esperaban nuestros amigos.

- Por fin aparecéis. - dijo Ron.

- Ginny me ha enseñado todos los terrenos de Hogwarts y son increíbles. -

Descansamos un rato y más tarde bajamos a comer. La tarde la pasamos en la torre pero a media tarde los chicos se fueron, Harry quería que Sebastian afrontara las pruebas, y si el moreno quedaba satisfecho presentaría al rubio al equipo. Ese año Harry iba a dejar el equipo tal y como estaba, solamente iba a agregar a Sebastian que sustituiría a Alicia Spinet como cazador. Antes de que Hermione y yo bajamos a cenar, llegó el equipo con Harry a la cabeza.

- Chicas, os presentamos al nuevo cazador de Gryffindor! - anunció Harry feliz.

El equipo entero empezó a felicitar a Sebastian, aplaudir y montar jaleo. El rubio no hacía más que sonreír y soltar carcajadas. Se le veía muy feliz y contento. Me acerqué a Sebastian y no pude evitar el impulso de abrazarlo.

- Te lo merecías, felicidades. -

- Gracias. -

- Este año volveremos a aplastar a las serpientes! - exclamaron los gemelos

Finalmente bajamos todos juntos para cenar mientras que el quipo cantaba a gritos, alegremente. Pero nuestra alegría duro más bien poco, nos encontramos con las serpientes y como no Malfoy a la cabeza. Ellos se echaron a reír.

- ¿De verdad crees qué este año ganareis el torneo? -

- Os aplastaremos en el primer partido. - atacó un león.

Una sonrisa maliciosa se dibujó en sus labios y cuando habló lo hizo lleno de orgullo.

- Mi padre ha aportado una cuantiosa donación al equipo de Slytherin. Se a encargado de renovar todas las escobas, comprando siete nuevas Nimbus 2010 aunque las escobas no han salido al mercado. - fanfarroneo.

Los slytherin aplaudieron y palmearon el hombro de su líder. Y Malfoy no hacia más que sonreír. En aquel momento la ira rebosó mis venas y sin darme cuenta planté cara a Malfoy.

- ¿De qué sirve tener las mejores escobas si el supuesto jugador más importante del equipo entró en el mismo no por su talento sino por el dinero de su generoso padre? - exploté. - No todo se compra con dinero, Malfoy. -

Di un paso hacía el rubio y le fulminé con la mirada, pero su sonrisa seguía intacta.

- Al menos en nuestro equipo todos los jugadores tienen talento. -

El rostro de los demás slytherin se endurecieron tras escuchar mis palabras pero como había dicho antes la sonrisa del rubio no se borró, y sinceramente me dieron ganas de pegarle un puñetazo para borrarle aquella molesta mueca.

- Hermosas palabras, Ginebra. -

¿Desde cuándo Malfoy me llamaba por mi nombre completo?

- Pero pronto sabremos que equipo es el mejor. Si los talentosos leones o las serpientes rastreras. - dijo arrastrando las palabras y los suyos le rieron la gracia.

Me precipité hacía Malfoy para partirle la cara pero Sebastian me cogió del brazo y me lo impidió.

- No merece la pena, Ginny. - me susurró.

- Lo sé, pero algún día le partiré la cara y me quedaré muy a gusto. - dije

- A mi también me gustaría hacerlo pero caerías en el juego de mi hermano. - comentó con sensatez.

- Si, tienes razón.

Los slytherin entraron en el Gran Comedor y luego lo hicimos nosotros. En la cena nadie mencionó nada sobre el alterado con las serpientes, sino todo lo contrario, comentamos cosas sin importancias y los gemelos hicieron varias bromas. Charramos tanto que cuando nos dimos cuenta más de la mitad del alumnado se había retirado a descansar así que decidimos regresar a la torre.

Y como la noche anterior, Sebastian y yo nos quedamos solos en la sala común hablando. En aquel momento hablé sin pensar ni si quiera.

- Si que pase una noche con tu hermano. - susurré sin mirarlo directamente a los ojos. - Fue cuando Harry y yo rompimos...Malfoy estaba demasiado cerca de mi... -

- Por eso hablaste así esta mañana. - concluyó

Yo asentí con la cabeza y me levanté del sofá, me alejé con la intención de irme pero él me detuvo cogiéndome del brazo.

- Gracias. - susurró.

- ¿Perdón? -

- Gracias por ser tan sincera conmigo. -

Sonreí.

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EL AMOR NO ES COSA DE TRES!  Momentos Hot! (SM/GW/DM) Empty Re: EL AMOR NO ES COSA DE TRES! Momentos Hot! (SM/GW/DM)

Mensaje por Luna Lovegood Granger Lun 09 Ago 2010, 18:47

Hey, me ha gustado... aunque casi nunca leo nada que tenga que ver con Ginny, pero esta muy bueno.
Esperare a ver que pasa.
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EL AMOR NO ES COSA DE TRES!  Momentos Hot! (SM/GW/DM) Empty Re: EL AMOR NO ES COSA DE TRES! Momentos Hot! (SM/GW/DM)

Mensaje por Ailei Salvatore Mar 10 Ago 2010, 09:19

Gracias Luna Lovegood Granger por tu apoyo EL AMOR NO ES COSA DE TRES!  Momentos Hot! (SM/GW/DM) Icon_biggrin


Capitulo 3.

Y así pasaron los primeros meses del curso. Pasaba mucho tiempo con Sebastian y ya lo conocía tanto que entendía cada uno de sus gestos y miradas. Sebastian tenía razón y en poco tiempo nos convertimos en los mejores amigos, tanto que todos los habitantes del castillo creían que nosotros dos estábamos saliendo.

Sebastian también consiguió hacerse muy bueno amigo de Harry y de Hermione, pero con mi hermano no tanto. Ron miraba mal al pobre de Sebastian por pasar demasiado tiempo con su hermana pequeña, osea yo, y además creía en los chismes que circulaban por la escuela.

Ahora mismo caminaba por los pasillos del castillo, esa misma tarde la había pasado en la biblioteca pero ya regresaba a la torre, además se me había echo demasiado tarde. Ya había anochecido. Para atajar un trozo del camino pase por las mazmorras, no lo hubiera echo de saber que Malfoy me esperaba escondido.

Él me cogió con fuerza de la cintura y me empotró en la pared, no con demasiada delicadeza. Sin decir ni una sola palabra se acercó a mi y me besó de forma posesiva y con ferocidad. Gracias a dios conseguí quitármelo de encima, luego de di un fuerte bofetón.

- No vuelvas hacer eso, nunca! - grité entre enfadada y asustada.

- No me puedo creer que no te gustara. - dijo y volvió a acercarse hasta mi, yo di un paso hacía atrás pero me topé con la pared. Maldije mil veces mi suerte.

Cuando estuvo muy cerca de mi me acarició la mejilla, luego descendió sus dedos por mi cuello y enredó un mechón de mi pelo en ellos. Lo olfateó y suspiró.

- Aún no me he podido quitar tu cuerpo desnudo de mi cabeza. - susurró. - Y cada vez que cierro los ojos vuelvo a verte sobre mi, besando y acariciando mi cuerpo. -

- No fue más que un enorme error. - dije

- Pues yo juraría que disfrutaste mucho esa noche. - sonrió. - Es extraño que vayas sola, ¿dónde has dejado a mi hermano? - preguntó cambiando drásticamente el tema y me desconcertó. - Corren muchos chismes por ahí. - sonrió.

- ¿Te interesan los chismes? - dije. - Vaya Malfoy creía que únicamente te interesabas en ti mismo. -
-
Ya ves que no. - susurró

Malfoy volvió a cogerme de la cintura y me apegó a su cuerpo.

- Tengo otros intereses... - bajó su mirada y me observó detenidamente. - ...mucho más explícitos. -

Yo le miré con una mueca de asco, alcé la mano para volver a pegarle pero Malfoy fue más rápido y me detuvo.

- No te atrevas ni si quiera a pensarlo. - dije. - No voy a tropezar dos veces con la misma piedra. -

- Eso ya lo veremos, Ginebra. -

Me di la vuelta y me alejé de allí. Sin darme cuenta empecé a caminar más deprisa hasta terminar corriendo, salí de las mazmorras y me topé con alguien.

- Ginny! - exclamó Sebastian preocupado. - ¿Qué ocurre? -

- Abrázame Sebastian, abrázame. - sollocé.
Pronto sentí sus brazos protectores sobre mis hombros y me acurruqué en su cálido pecho.

- Regresemos a la torre. - susurró él y yo asentí con la cabeza.

Debería ser la hora de la cena porque cuando llegamos a la sala común no había nadie, estaba desierta. Me senté en el sofá y me abracé a mi misma, el rubio hizo lo mismo que yo. Me miro preocupado pero yo le sonreí.

- Estoy bien. -

- Cuando te he encontrado en el pasillo estabas aterrorizada, ¿qué ha pasado? -

Me miró intensamente con sus ojos grises y yo aparté la mirada. Él me cogió de la barbilla y me obligó a que le mirara a los ojos, otra vez.

- Estoy bien. - repetí.

- Ginny puedes confiar en mi. - susurro preocupado, pero a la vez dolido por mi falta de confianza.

- Me encontré con Malfoy, solo eso. - susurré rehuyendo su mirada.

- No te creo. -

Me separé de él cuando me levanté del sofá. Noté como las lágrimas se me acumulaban en los ojos y no quería que Sebastian me viera llorar, pero sobre todo que me viera débil.

- Me a dicho que no puede olvidad la noche que pasamos juntos. - susurré

Sebastian se levantó y se acercó hasta mi, me volteó con suavidad y nos quedamos uno en frente del otro. Luego puso sus manos a ambos lados de mi rostro, estábamos tan cerca que nuestras narices se rozaban y nuestras respiraciones se mezclaban.

- No se por que motivo mi hermano esta tan obsesionado contigo y no voy a permitir que te siga molestando. - susurro y me besó la frente. - Ahora mismo voy hablar con él. -

Sebastian se volteó y empezó a caminar hacía el retrato pero rápidamente reaccioné. Lo cogí del brazo con fuerza y no permití que se marchara. No iba a permitir que los hermanos se pelearan por mi, ni mucho menos.

- No! - grité.

Empecé a llorar

- No te vaya. - susurré entre lágrimas. - Por favor no te vayas. -

Inmediatamente rodeé su cuello con mis brazos y lo apreté con fuerza, esos dos no se iban a matar por mi. No lo permitiría. Sebastian también me abrazó con ternura, apoyé la cabeza en su pecho.

- No buscaré a Draco por ti, pero por favor cálmate. - murmuró. -

Muchas veces él me había abrazado con el mismo cariño y ternura, pero aquella vez lo notaba diferente, era diferente. Rápidamente olvidé el encontronazo con Malfoy y sentí como las mariposas que se habían instalado en mi estómago empezaron a removerse y vibrar.

Alcé un poco la cabeza para mirarlo y me perdí en aquellos ojazos del color de la plata. Sebastian cerró los ojos lentamente y se inclinó hacía mi, cuando nuestros labios se rozaron una descarga eléctrica recorrió todo mi cuerpo. Sus labios suaves y perfectos acariciaron los míos con ternura y nuestras lenguas bailaron al ritmo de nuestros corazones. Lo estreché con fuerza pero en aquel momento Sebastian reaccionó y se separo de mi despacio.

- Lo siento, no debí dejarme llevar. - susurró.

- No, no importa. - balbuceé torpemente. -

Subí a la habitación y cerré la puerta despacio. Me apoyé en ella y sonreí como una tonta. Sebastian me había besado y !menudo beso¡ Suspiré varias veces y me acosté en la cama, abracé la almohada como si se tratara de una persona y me dormí recordando aquel beso tan dulce. A la mañana siguiente me levanté más pronto de lo acostumbrado.

- ¿Dónde vas tan pronto? - preguntó una Hermione extrañada.

Me acerqué hasta ella le di un beso en la mejilla y le sonreí, luego caminé hacía la ducha. Seguramente había dejado a Hermione sorprendida, me duché y luego regresé a la habitación para arreglarme. Hermione aún permanecía allí, aunque no exactamente en el mismo lugar.

- Llevas dos días con esa estúpida sonrisa. Venga suéltalo. - dijo sonriendo.

- !Oh dios, Sebastian besa de maravilla¡ - exclamé.

Hermione no lo pudo evitar y empezó a reírse, yo también sonreí. Por unos momentos estuve feliz al recordar el beso, pero luego también recordé la forma que él se había separado de mi y cuando se disculpó. Empecé a vestirme.

- Bueno aunque eso no cambia nada entre nosotros. - dije con tristeza.

Hermione se encogió de hombros y no dijo nada más se despidió y se marchó. ¿Cómo reaccionaríamos los dos después del beso? ¿Todo seguirá igual o las cosas cambiarán? Respiré hondo antes de bajar a la sala común. Abajo estaban todos, Sebastian hablaba tranquilamente con Harry y Ron mientas que Hermione jugaba con su gato.

- Hola. - saludé.

- ¿Anoche dónde te metiste? - preguntó Ron.

- Se me hizo tarde en la biblioteca, luego me encontré a Sebastian en el pasillo y como no tenía apetito decidió quedarse conmigo. - dije.

Mire a Sebastian para que corraborara las palabras y él sonrió.

- No te preocupes Ron tu hermana estaba conmigo. -

Sebastian y yo nos miramos por unos segundos pero luego él desvió la mirada y aquello me entristeció. El resto del día fue como de costumbre, bajamos al Gran Comedor y después de desayunar cada uno se fue a su clase. Sebastian continuaba hablándome, pero se mostraba más frío y distante que antes. Su comportamiento no duro solo aquel día, sino otros más. Al cuarto día ya no lo soporté más.

- Sebastian, ¿hasta cuándo vas a estar así? -

- ¿Cómo? -

- Tu actitud ha cambiado respecto a mi. - dije. - Se que no debimos besarnos pero lo hicimos y ya nadie puede cambiar eso. - comenté. - Sebastian, quiero que todo vuelva a ser como antes. Me duelo mucho tu distanzamiento. - acabé.

- Ya nada volverá a ser como antes. - susurró con una pequeña sonrisa triste.

- ¿Por qué? -

- Porque desde que probé tus labios tengo ganas de más y se que eso no esta bien. -

Mi corazón se paró por segundos ¿aquello quería decir que sentía algo por mi?

- Pero no quiero estropear nuestra amistad. -acabó, serio.

- No la estropearás. - dije rápidamente.

Di un paso hacía él quedando muy cerca. Me puse de puntillas y me quedé a centímetros de sus labios.

- No me arriesgaré. -

Él me besó la frente con cariño y se marchó. Yo me quedé allí, clavada en mitad de la sala común. Francamente no lo entendía, ¿él prefería seguir siendo mi amigo a pesar del amor que estaba creciendo entre nosotros? Urgentemente necesitaba a Hermione, y sabía donde buscarla. Abandoné la torre de Gry y me encaminé hasta la biblioteca, encontré a mi amiga detrás de unas hojas de un libro.

- Hermione, necesito tu ayuda. -

- Ginny, estoy trabajado. -

Ella ni si quiera levantó la vista de la hoja que pasaba con lentitud leyendo cada palabra, pero yo lo tomé como una respuesta afirmativa y me senté a su lado.

- ¿Tú qué pensarías si un chico te dice que tiene ganas de besarte cada vez que te ve pero que no quiere dañar la amistad? -

- Sebastian se está enamorando de ti o ya lo está, o al menos le gustas. -

Ella se levantó y dejó el libro en su lugar en la estantería, yo la seguí.

- Pero si le gustase, técnicamente hablando, daría el paso. -
Mi amiga recogió sus cosas y salimos de allí, ya que la bruja bibliotecaria nos había llamado la atención.

- Ginny el amor destruye la amistad. -

- No lo entiendo. -

- Haber como te lo explico...Sebastian y tu tenéis una intimidad, os respetáis. Eso cambiaría drásticamente si empezarais a salir. -

- Lo entiendo. - dije al fin. - Pero eso a mi no me importa, no me importaría perder la intimidad con él. - dije frustrada

- Un consejo Ginny, no obligues a Sebastian hacer algo que él no quiera o que se sienta incómodo con ello. - dijo. -¿Quieres qué Sebastian siga siendo tu mejor amigo o prefieres no tener ninguna relación con él? -

Obviamente Hermione sabía tan bien la respuesta como yo, pero yo seguía pensado que preferiría tener a Sebastian como algo más que un amigo. Cuando llegamos a la sala común los chicos no estaban y ella me recordó que el equipo entrenaba aquella tarde. Esperé a que Hermione dejara todas sus cosas y luego fuimos al Gran Comedor. Allí nos juntamos con los demás gryffindor hasta la llegada del equipo.

- Y nosotros decíamos que Oliver Wood era duro. - dijeron los gemelos a la vez.

- Harry espero que lleguemos vivos al primer partido. - comentó Angelina Johnson mientras vertía en su baso un poco de limonada.

- Claro que llegaremos vivos al partido y aplastaremos a las serpientes. - sonrió.

Malfoy apareció por detrás con su típica mueca de aburrimiento.

- Potter, ¿no te cansas de decir siempre lo mismo? - dijo con tono aburrido, arrastrando las palabras. - En fin...ya nos veremos en el campo. -

Malfoy ni si quiera espero a la respuesta, dio media vuelta y tan rápido como había llegado se marchó. Yo iba abrir la boca para contraatacar pero Malfoy ya estaba lejos.

- No te canses, no vale la pena. - bromeó Sebastian

Yo le devolví la sonrisa. Nosotras ya casi habíamos terminado de cenar pero decidimos esperar a los chicos y al equipo. Fred y George no paraban de inventarse mil formas para derribar a Malfoy de la escoba el día del partido, los demás nos reíamos tanto que el abdomen dolía.

- !Menudo ambiente¡ - exclamó el director sorprendiéndonos a todos. - Me gusta mucho esa actitud superadora, pero no me gustaría que el Quidditch se convirtiera en una escapatoria para atacar a las demás casas, sobre todo a Slytherin. - en ningún momento perdió su sonrisa.

- Profesor, ¿cómo puede pensar eso de nosotros? - empezó Dean Thomas. - Nosotros los

Gryffindor no seriamos capaces de hacer nada malo en contra de las demás casas, va en contra de nuestros principios. -

Tras las palabras de Dean todos estallamos en risas, incluido el viejo director. Cuando se calmó se dirigió a Sebastian.

- Señor Malfoy, me gustaría hablar con usted. -

- Claro, director. - sonrió

Ambos director y alumno empezaron a alejarse mientras la curiosidad crecía en mi interior. ¿Qué quería hablar el director con Sebastian? Finalmente abandonamos el Gran Comedor, yo me encargué de coger la escoba del rubio y nos dirigimos a la torre. Los chicos fueron a ducharse y nosotras nos quedamos hablando de cosas sin importancia. Al rato apareció Sebastian.

- ¿Pasó algo? - pregunté curiosa.

- El director solo quería saber donde pasaría las vacaciones de Navidades y Pascua, ya que sabe los problemas que tengo con mi padre, también me a dicho que puedo quedarme en el castillo. - explicó.

- ¿Quedarte en el castillo? - repetí. - De eso nada guapo, tú te vienes a la Madriguera. !

- Vámos aunque te tenga que coger de los pelos¡ - exclamé.

Sebastian no aguanto más y estalló en risas.

- De acuerdo, pero iré por mi propio pie. - sonrió. - Bueno chicas me voy ya que aún me tengo que duchar. Buenas noches. -

Hermione me fulminó con la mirada cuando él se marchó.

- ¿Qué? - dije

- Te dije que no lo presionaras y vas y lo invitas a tu casa. -

- Hermione no va a pasar nada. - dije yo

Ella negó con la cabeza en desacuerdo. Ahora que al fin había conseguido sacar a Harry de mi corazón y sabiendo que tenía una oportunidad con Sebastian no la iba a desaprovechar. Desde luego que no.

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Mensaje por Alexandra Potter Sáb 28 Ago 2010, 23:24

Hola! bueno quiero que sepas que me la he leido toda y me ha parecido muy buena, espero saber que pasa! Domo
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Mensaje por Ailei Salvatore Dom 29 Ago 2010, 06:23

Aricia Brontë Circe Bienvenida al fic!! Aqui os dejo el siguiente capitulo

Capitulo 3.

El primer partido de Quidditch sería una semana antes que el baile de Navidad, y a penas faltaban unas pocas semanas para el gran deseado partido que enfrentaría a leones y serpientes. En consecuencia Sebastian y el equipo de Gry entranaban dos días a la semana, los otros dos dias restantes entrenaban Slytherin. Apenas podía ver al rubio ya que también estábamos con los examenes del primer trimestre.

Una tarde decidí acudir al silencio de la biblioteca para poder estudiar con tranquilidad. Cuando estaba pasando las hojas de un libro me percaté de que Malfoy se había sentado justo en frente de mi, sonrió. Le fulminé con la mirada y decidí continuar con el estudio pero se me hizo francamente imposible, no me podóa concentrar con el rubio allí mirándome y observándome. Él me paso un trozo de pergamino, con disimulo la cogó y leí.

- No me puedo crees que hayas elegido a mi hermano cuando has pasado una noche conmigo, y menuda noche... -

Alcé la cabeza y clavé mi mirada en él, sonrió lentamente. Cogí la pluma y le conteste.

- Lo que haga en mi vida no es asunto tuyo. -

Le pase la notita y se le escapó una risita cuando terminó de leerlo. Él volvió a escribir y me la paso otra vez. ¿Acaso no me iba dejar estudiar?

- Es asunto mio cuando mi familia esta de por medio. -

Ahora a quien se le escapó la risita fue a mi.

- ¿Ahora si qué consideras a Sebastian familiar tuyo? -

Malfoy meditó mucho su respuesta y aquello me puso ansiosa. Cuando me pasó la notita acariciósuavemente mis dedos con los suyos y yo rápidamente retiré mi mano.

- Sebastian se convertirá en mi rival si tú estás en el medio, pero cuando no estés entre nosotros será mi querido hermanito. -

Cuando mire a Malfoy seguía sonriendo de aquella forma tan estúpidda pero a la vez tan atrayente. Me levanté de la sila, apoyé mis manos en la mesa y me incliné hacía él.

- No te atrevas a tocarlo. - susurré con voz dura.

Su sonrisa no se borró cuando se levantó de su silla, también se apoyó en la mesa y se inclinó hacía mi de la misma forma que había echo yo. Nuestros rostros quedaron muy cerca, él me penetró con la mirada pero yo resistí, no aparté la mia.

- ¿Y qué me harás? - susurro provocándome. - No te tenías que haber metido entre nosotros, Ginebra. - susurró peligrosamente calmado.

- Ya lo sabes Draco. No te atrevas a tocarlo. - murmuré remarcando bien cada palabra.

Me separé de él, cogí mis cosas y salí de la biblioteca. Seguro que aquel "pequeño antercado" daría que hablar en la escuela. Regresé a la sala común y allí encontré a mis amigos. Hermione estaba en la mesa, entre libros y pergaminos. Harry sobre la alfombra, pasando las hojas del libro sin mucho interés. Mi hermano estaba tirado en el sofá, durmiendo con el libro entre las manos.

Y Sebastian estaba medio recostado en el sofá, con la cabeza apoyada en el respaldo y con los ojos cerrados. Sus labios se movían sin mencionar palabra alguna, memorizando la lección. Yo me apoyé en la pared y releí la notita del Malfoy y mia unas cuantas veces. ¿Qué había querido decir con "No te tenías que haber metido entre nosotros"?

Finalmente me senté en el tercer sofá que quedaba libre y me recosté en el. Volví a sacar el trozo de pergamino y lo volví a leer hasta que me lo supe de memoria, finalmente lo volví a guardar en mi túnica y bufé frustrada.

- ¿Ocurre algo? - susurró Sebastian desde el otro sofá

Debatí si contarle lo de la notita o mentirle, al final le mentí aunque no me gustaba en absoluto.

- No, todo esta bien. -

Él me miro por unos instante luego asintió lentamente con la cabeza. Y así pasamos la tarde, incluso creo que llegué a quedarme dormida. Él me acarició con suavidad mi pelo y susurro mi nombre, cuando abrí los ojos me lo encontré muy cerca de mi.

- ¿Hm? -

Una bonita sonrisa se dibujó en sus labios.

- Te has quedado dormida. - dijo. - Nos están esperando en el Gran Comedor. -

Salimos de la torre y bajamos al Gran Comedor pero antes de llegar cogí a Sebastian del brazo y nos detubimos en seco. Un poco más adelante de nosotros había un grupito de chicas, todas ellas de mi clase y estaba segura que hablaban de mi. Sebastian me miró sin comprender.

- Os aseguro yo que si el pobre Sebastian cae en las redes de Ginny, ella no dudará en ponerle los cuernos con su propio hermano ¿qué chica se puede resistir a los encantos de Draco Malfoy? - dijouna chica. - Además esta misma tarde los he visto a los dos como se pasaban notitas en la biblioteca. - agregó.

Sebastian me cogió del brazo para alejarme de allí pero yo con mal caracter me solté de su agarré. Seguí escuchando.

- Primero empezó con Potter, ahora está interesada en Sebastian y para rematar Draco Malfoy va detrás de ella. - dijo otra de quien ni si quiera recordé su nombre. - ¿Pero qué verán los hermanos Malfoy en ella?

Una de las chicas, Caro William, la peor de todas sonrió con picardía. Si había un secreto o chisme en la escuela, ella era la primera en conocerlo y difuminarlo por todo el castillo.

- Así que nuestra pequeña Ginny se acaba de convertir en la Parkinson de Gryffindor. - dijo con maldad y las demás rieron.

La ira se estaba acumulando en mis venas tras cada palabra de aquellas cuatro pero para desgracia de aquella chismosa llegué a mi limite. Con dos zancadas llegué hasta ella y !ZAS¡ bofetón.

- No voy a permitir que sigas hablando de mi de esa manera, Caro. - grité. - ¿Qué te crees que nadie sabe que te has revolcado con Malfoy?. - escupí con rabia y vi la sorpresa reflejada en su rostro. - Pobre de Tayler que te quiere muchísimo mientras que tú te acuestas con el primero que ves. - solté

Sebastian estaba detrás de mi sin saber que hacer, si detenerme o no hacerlo. Me reí en mi fuero interno. Me di la vuelta con la intención de seguir con mi camino pero volí a voltear la cabeza.

- Tal vez Tayler no sepa que te has revolcado con Malfoy, así que deja de inventar mentiras y yo mantendré mi boca cerrada. - amenacé y ahora si, continué con mi camino.

- No sabía que tubieras tan mal caracter. - comentó él.

- No es que tenga mal caracter pero cuando alguien me busca me encuentra. - dije y le sonreí divertida. - Así que no me hagas enfadar. - sonreí.

Al fin llegamos al Gran Comedor, nos sentamos en nuestra mesa y empezamos a cenar. Nuestros amigos ya habían terminado. Apesar de haber amenazado a Caro y su grupo, los rumores continuaban obviamente ellas no eran las únicas que hablaban.

Incluso un día la propia Pansy Parkinson me abordó después de clase y montó un numerito. Ella había creido el nuevo chisme, que era el siguiente; yo además de estar saliendo con Sebastian (una mentira como un templo) ahora también me dedicaba a ir detrás de Malfoy (otra mentira más grande que la anterior).

Ya llegado aquelñ nível no hacía otra cosa que reír ya que los nuevos chismes eran cada vez más divertidosa y rebuscados. Sebastian no hacía caso de las habladidurias y yo empecé hacer lo mismo que él.

El final del primer trimetre estaba próximo, y en aquellos días solo se respiraba Quidditch en la escuela, apenas faltaba un día para el gran enfrentamiente entre Gry y Sly. Y finalmente el día esperado llegó. Harry y el equipo ya habían bajado al estadio y nosotras dos ya lo haríamos cuando terminaramos de desayunar.

- Por cierto,¿cómo siges con Sebastian? -

-Sige siendo algo distante pero lentamente las cosas vuelven a ser como antes. - suspiré.

Nosotras dos salimos del castillo y bajamos hasta el estadio de Quidditch. Todos gritaban y reían eufóricos, las banderas de ambas casas decoraban todo el campo y las gradas estaban a rebosar. Me despedí de Hermione y me colé en los vestuarios del equipo Gry. Quería ver a Sebastian antes del partido, caminaba en silencio (ya que teóricamente no podía estar allí) y ví una sombra.

- ¿Sebastian? - murmuré

Escuché los pasos del dueño de la sombra y en efectivo, era Sebastian. Se acercó a mi mientras sonreía.

- Ginny, ¿qué haces aquí?- preguntó. - En apenas 5 minutos saldremos al campo. -

- Lo sé. - respondí. - Pero anoche se me olvidó desearte suerte, hoy es tu primer partido. - sonreí.

No sabia si él se apartaría o no pero igualmente me acerqué a´Sebastian y lo abracé con fuerza.

- Suerte. - susurré

- Gracias, aunque espero no defraudar a Harry y al equipo. -

- Estoy segura de que no lo harás. -

Finalmente Sebastian se marchó y yo regresé a las gradas de Gryffindor, busqué a Hermione con la mirada y enseguida la encontré. Le saludé con una sonrisa y miramos atentas el campo, ya empezaban a salir.

- Al final ha legado el día más esperado. Bienvenido al primer partido de Quidditch de la temporada. Los jugadores ya sobrevuelan el campo. Por Gryffindor tenemos a Potter, Angelina Johnson, Katie Bell, los gemelos Weasley, Alexander y como novedad a Sebastian Malfoy que jugara como cazador. - gritó el locutor. - Y por parte del Slytherin tenemos a Flint, Adrian Pucey, Grahan Montage, Bole, Miles Bletchley, Goyle y Draco Malfoy. -

Todos empezaron a gritar y a cantar para ánimar a su equipo.

- ¡Comienza el partido! ¡Slytherin tiene la quaffle! ¡Marcus Flint la pierde, esta ahora en manos de Katie Bell! ¡Katie la lanza a Angelina! ¡Buuf que cerca que ha pasado esa bludgge de Sebastian! ¡Marcus recupera la quaffle, se la pasa a Montage y goool! ¡10-0 a favor de Slytherin! ¡Vamos Gryffindor! ¡Katie recupera la quaffle y se la pasa a Angelina! ¡Goyle le lanza la bludgge y casi la derriba de su escoba! ¡Fred Weasley salva a Malfoy de otra bludgge y este consigue la quaffle! ¡ Sebastian se la pasa a Angelina, Angelina retrocede y se la vuelve a lanzar a Malfoy y gooool! ¡ 10-10 a favor de Gryffindor! -

- ¿Dónde esta Harry? - pregunté

-En la otra parte del campo. - dijo Herm señalándolo.

Pero realmente Harry no me preocupada, sino Malfoy. Lo busqué rápidamente con la mirada y lo encontré un poco más lejos, hablando con Goyle. El golpeador le paso el bate a Malfoy y este golpeo la bludgge que se dirigia locamente hacía él. El muy *** le había lanzado la pelota a su propio hermano con toda la mala intención del mundo.

- ¡Wow no se si esp estará permitido pero le habrá dolido mucho a Sebatian, nunca había visto tanto amor fraternal! -

Sebastian volaba con dificultad pero pronto recobró la normalidad.

- ¡10-20 a favor de Gryffindor! ¡20-20 a favor de Slytherin! ¡30-20 para Slytherin! ¡Atención Malfoy se lanza en picado, parece que ha divisado la Snitch! ¡Vamos Potter! -

Harry al escuchar las palabras del locutor alcanzó rápidamente a Malfoy. El rubio descendia a gran velocidad hacía el suello, me llevé la mano a la boca horrorizada. Si Malfoy continuaba así se estrellaría contra el suelo, al igual que Harry.

- ¡Buscadores cuidado el suelo está a tres metros! -

Todos contubimos la respiración, pues ninguno de los dos se retiró de la persecución. Malfoy estiró la mano pero una bludgge se estampó contra él y finalmente el rubio se retiró. Por lo que se ve Harry perdió de vista la Snitch y regresó a las alturas.

- ¡Y Sebastian decide devolverle la bludgge a su hermano en el mejor momento! -

Un poco más lejos de nosotras vi como Sebastian le devolvía el bate a Fred mientras ambos sonreían y mi hermano le gritaba algo.

- Sebastian no debío de hacer eso. - comentó Herm

- Simplemente le devolvió la bludgge a su hermano. -

- ¡20-30 a favor de Gryffindor! ¡30-30 para Slytherin! ¡Qué locura 30-40 para Gryffindor! ¡¿Pero qué ven mis ojos? Potter y Malfoy han vuelvo a divisar la Snitch y se dirigen a atraparla! ¡Imposible la Nimbus 2010 deja atrás a la Saeta de Fuego y atrapa la Snitch! ¡150 pto para Slytherin! ¡Slytherin gana! -

Todas las serpientes gritaron a pleno pulmón mientras que el equipo volaba en formación, exibiéndose. Igualmente nosotros aplaudimos por el esfuerzo de nuestro equipo y ellos en agradecimiento levantaron los puños. Había sido un gran partido y todos habíamos disfrutado al máximo.

Los leones finalmente regresamos al castillo, ya que las serpientes se quedaron un rato en el estadio festejando la victoria. Nuestros equipo recibió muchos comentarios de apoyo cuando llegaron a la sala común.

- Sebastian, ¿estás bien? - dije preocupada. Él sonrió para tranquilizarme.

- Tranquila, solo ha sido el golpe. -

- Tu hermano se habrá quedado agusto. - dije con odio.

- Pero la mano de Malfoy no estará mejor que tu hombro, Sebastian. - bromeó Fred. - ¡Buen golpe! -

- Vi la oportunidad y no pude resistirme. - rió el rubio.

El partido duró dos horas y media así que nos quedamos en la torre descansando, ya bajariamos más tarde al Gran Comedor. Pero, ¿quién iba a ser capaz de soportar a Malfoy después de su victoria? -

- Deberías ir a la Enfermeria. - dije

- Estoy bien, en serio. -

- Sebastian. - dije con voz peligrosa mientras me acercaba a él. - ¿Quieres qué te fracture el otro hombro? - sonreí mientras alzaba una ceja.

- Creo que prefiero que Draco me lancé otra bludgge. -

Le fulminé con la mirada y le di un golpe en el hombro dañado, todos rieron pero yo seguí fulminándolo.

- ¡Auch! Eso duele. - se quejó.

Ni si quiera hizo falta que le dijera más. Sebastian y yo abandonamos la torre y nos dirigimos a la Enfermeria, las puertas estaban medio abiertas así que entramos.

- Esperaba su visitar, Señor Malfoy. Su hermano acaba de irse. -

Sebastian se quitó la camisa y casi me desmayó al ver su bien formado torso. La enfermera empezo a tocar unos puntos exactos en el hombro del rubio y el se quejó.

- ¿Y cómo estaba Malfoy? - pregunté.

- Tenía la muñeca rota y varios dedos fracturados. - informó la bruja. - Le daría un buen golpe, señor Malfoy. -

- Él empezó. - replicó. - ¿Y mi hombro? - preguntó algo molesto.

- Tiene una fractura grave en el hombro. - La bruja caminó hasta un armario donde guardaba las pociones, cogió una y se acercó a nosotros. - Bébasela. - ordenó

Él lo hizo sin rechistar pero es su rostro se dibujo una mueca desagradable.

- El dolor ha desaparecido. - comentó él.

Cuando salimos de la enfermeeriaa nos encontramos de cara con Malfoy, que extrañamente iba solo.

- Me has roto la muñeca, Sebastian. - murmuro Malfoy completamente serio.

- Y tú me has fracturado el hombro, Draco. - reprochó Sebastian con seriedad.

Me tapé la boca con las manos y empecé a reírme con disimulo hasta que Malfoy me descubrió.

- ¿Se puede saber de qué te ries? - seguía estando serio y aquello me hizo más gracia.

Los dos hermanos clavaron su mirada en mi y es cuando me di cuenta, de que ambos y sin excepción eran terriblemente guapos y sexys.

- Ambos pareceis crios pequeños. ¿No es dais cuenta? - dije mirándolos a los dos.

- Entonces, si nosotros parecemos crios...¿tú qué? - dijo Malfoy

Malfoy miro a Sebastian y ambos sonrieron. ¿Desde cuando ellos se compinchaban contra mi?

- Muy gracioso, Malfoy. - ironicé. - Por cierto, esta mañana te podias haber estampado contra el suelo. -

- Seguro que estabas preocupada por mi. - sonrió y me fastidió muchísimo que diera en el clavo. -

Di un paso hacía él y le sonreí, Malfoy hizo lo mismo.

- Tienes razón, pero temía más por tu preciada Nimbus 2010 que por ti. - dije matizando el nombre de la escoba.

Él dio otro paso hacía mi y me clavo su fría mirada, pero yo no aparté la mia. Le sonreí triunfal.

- No me creo que tengas tan poco corazón. - susurró literalmente en mi oido.

Se dio la vuelta como si nada y se alejó, con las manos metidas en los bolsillos.

- ¿Por qué siempre su palabra tiene que ser la última? - pregunté frustrada.

Sebastian se encogió de hombros.

- Tal vez eso lo hace especial. -

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Mensaje por Luna Lovegood Granger Mar 31 Ago 2010, 02:49

Ha!
pobre Malfoy =S
(Yo dije eso) O_O
En fin, Sevastian... ¡que Ginny se quede con Draco y yo Con Sevas! ñ.ñ
Espectacular, y tú forma de narrar es tan ... genial =D
Espero que continues, que no me dejes picada, ¬¬
Ok espero continuación ¬¬

Saludos!
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Mensaje por Ailei Salvatore Jue 02 Sep 2010, 10:22

Holaaa!! gracias a Luna Lovegood Granger por el comentario. Aqui el siguiente capitulo Very Happy


Capitulo 4.

El primer partido de Quidditch sería una semana antes que el baile de Navidad, y a penas faltaban unas pocas semanas para el gran deseado partido que enfrentaría a leones y serpientes. En consecuencia Sebastian y el equipo de Gry entranaban dos días a la semana, los otros dos dias restantes entrenaban Slytherin. Apenas podía ver al rubio ya que también estábamos con los examenes del primer trimestre.

Una tarde decidí acudir al silencio de la biblioteca para poder estudiar con tranquilidad. Cuando estaba pasando las hojas de un libro me percaté de que Malfoy se había sentado justo en frente de mi, sonrió. Le fulminé con la mirada y decidí continuar con el estudio pero se me hizo francamente imposible, no me podóa concentrar con el rubio allí mirándome y observándome. Él me paso un trozo de pergamino, con disimulo la cogó y leí.

- No me puedo crees que hayas elegido a mi hermano cuando has pasado una noche conmigo, y menuda noche... -

Alcé la cabeza y clavé mi mirada en él, sonrió lentamente. Cogí la pluma y le conteste.

- Lo que haga en mi vida no es asunto tuyo. -

Le pase la notita y se le escapó una risita cuando terminó de leerlo. Él volvió a escribir y me la paso otra vez. ¿Acaso no me iba dejar estudiar?

- Es asunto mio cuando mi familia esta de por medio. -

Ahora a quien se le escapó la risita fue a mi.

- ¿Ahora si qué consideras a Sebastian familiar tuyo? -

Malfoy meditó mucho su respuesta y aquello me puso ansiosa. Cuando me pasó la notita acariciósuavemente mis dedos con los suyos y yo rápidamente retiré mi mano.

- Sebastian se convertirá en mi rival si tú estás en el medio, pero cuando no estés entre nosotros será mi querido hermanito. -

Cuando mire a Malfoy seguía sonriendo de aquella forma tan estúpidda pero a la vez tan atrayente. Me levanté de la sila, apoyé mis manos en la mesa y me incliné hacía él.

- No te atrevas a tocarlo. - susurré con voz dura.

Su sonrisa no se borró cuando se levantó de su silla, también se apoyó en la mesa y se inclinó hacía mi de la misma forma que había echo yo. Nuestros rostros quedaron muy cerca, él me penetró con la mirada pero yo resistí, no aparté la mia.

- ¿Y qué me harás? - susurro provocándome. - No te tenías que haber metido entre nosotros, Ginebra. - susurró peligrosamente calmado.

- Ya lo sabes Draco. No te atrevas a tocarlo. - murmuré remarcando bien cada palabra.

Me separé de él, cogí mis cosas y salí de la biblioteca. Seguro que aquel "pequeño antercado" daría que hablar en la escuela. Regresé a la sala común y allí encontré a mis amigos. Hermione estaba en la mesa, entre libros y pergaminos. Harry sobre la alfombra, pasando las hojas del libro sin mucho interés. Mi hermano estaba tirado en el sofá, durmiendo con el libro entre las manos.

Y Sebastian estaba medio recostado en el sofá, con la cabeza apoyada en el respaldo y con los ojos cerrados. Sus labios se movían sin mencionar palabra alguna, memorizando la lección. Yo me apoyé en la pared y releí la notita del Malfoy y mia unas cuantas veces. ¿Qué había querido decir con "No te tenías que haber metido entre nosotros"?

Finalmente me senté en el tercer sofá que quedaba libre y me recosté en el. Volví a sacar el trozo de pergamino y lo volví a leer hasta que me lo supe de memoria, finalmente lo volví a guardar en mi túnica y bufé frustrada.

- ¿Ocurre algo? - susurró Sebastian desde el otro sofá

Debatí si contarle lo de la notita o mentirle, al final le mentí aunque no me gustaba en absoluto.

- No, todo esta bien. -

Él me miro por unos instante luego asintió lentamente con la cabeza. Y así pasamos la tarde, incluso creo que llegué a quedarme dormida. Él me acarició con suavidad mi pelo y susurro mi nombre, cuando abrí los ojos me lo encontré muy cerca de mi.

- ¿Hm? -

Una bonita sonrisa se dibujó en sus labios.

- Te has quedado dormida. - dijo. - Nos están esperando en el Gran Comedor. -

Salimos de la torre y bajamos al Gran Comedor pero antes de llegar cogí a Sebastian del brazo y nos detubimos en seco. Un poco más adelante de nosotros había un grupito de chicas, todas ellas de mi clase y estaba segura que hablaban de mi. Sebastian me miró sin comprender.

- Os aseguro yo que si el pobre Sebastian cae en las redes de Ginny, ella no dudará en ponerle los cuernos con su propio hermano ¿qué chica se puede resistir a los encantos de Draco Malfoy? - dijouna chica. - Además esta misma tarde los he visto a los dos como se pasaban notitas en la biblioteca. - agregó.

Sebastian me cogió del brazo para alejarme de allí pero yo con mal caracter me solté de su agarré. Seguí escuchando.

- Primero empezó con Potter, ahora está interesada en Sebastian y para rematar Draco Malfoy va detrás de ella. - dijo otra de quien ni si quiera recordé su nombre. - ¿Pero qué verán los hermanos Malfoy en ella?

Una de las chicas, Caro William, la peor de todas sonrió con picardía. Si había un secreto o chisme en la escuela, ella era la primera en conocerlo y difuminarlo por todo el castillo.

- Así que nuestra pequeña Ginny se acaba de convertir en la Parkinson de Gryffindor. - dijo con maldad y las demás rieron.

La ira se estaba acumulando en mis venas tras cada palabra de aquellas cuatro pero para desgracia de aquella chismosa llegué a mi limite. Con dos zancadas llegué hasta ella y !ZAS¡ bofetón.

- No voy a permitir que sigas hablando de mi de esa manera, Caro. - grité. - ¿Qué te crees que nadie sabe que te has revolcado con Malfoy?. - escupí con rabia y vi la sorpresa reflejada en su rostro. - Pobre de Tayler que te quiere muchísimo mientras que tú te acuestas con el primero que ves. - solté

Sebastian estaba detrás de mi sin saber que hacer, si detenerme o no hacerlo. Me reí en mi fuero interno. Me di la vuelta con la intención de seguir con mi camino pero volí a voltear la cabeza.

- Tal vez Tayler no sepa que te has revolcado con Malfoy, así que deja de inventar mentiras y yo mantendré mi boca cerrada. - amenacé y ahora si, continué con mi camino.

- No sabía que tubieras tan mal caracter. - comentó él.

- No es que tenga mal caracter pero cuando alguien me busca me encuentra. - dije y le sonreí divertida. - Así que no me hagas enfadar. - sonreí.

Al fin llegamos al Gran Comedor, nos sentamos en nuestra mesa y empezamos a cenar. Nuestros amigos ya habían terminado. Apesar de haber amenazado a Caro y su grupo, los rumores continuaban obviamente ellas no eran las únicas que hablaban.

Incluso un día la propia Pansy Parkinson me abordó después de clase y montó un numerito. Ella había creido el nuevo chisme, que era el siguiente; yo además de estar saliendo con Sebastian (una mentira como un templo) ahora también me dedicaba a ir detrás de Malfoy (otra mentira más grande que la anterior).

Ya llegado aquelñ nível no hacía otra cosa que reír ya que los nuevos chismes eran cada vez más divertidosa y rebuscados. Sebastian no hacía caso de las habladidurias y yo empecé hacer lo mismo que él.

El final del primer trimetre estaba próximo, y en aquellos días solo se respiraba Quidditch en la escuela, apenas faltaba un día para el gran enfrentamiente entre Gry y Sly. Y finalmente el día esperado llegó. Harry y el equipo ya habían bajado al estadio y nosotras dos ya lo haríamos cuando terminaramos de desayunar.

- Por cierto,¿cómo siges con Sebastian? -

-Sige siendo algo distante pero lentamente las cosas vuelven a ser como antes. - suspiré.

Nosotras dos salimos del castillo y bajamos hasta el estadio de Quidditch. Todos gritaban y reían eufóricos, las banderas de ambas casas decoraban todo el campo y las gradas estaban a rebosar. ME despedí de Hermione y me colé en los vestuarios del equipo Gry. Quería ver a Sebastian antes del partido, caminaba en silencio (ya que teóricamente no podía estar allí) y ví una sombra.

- ¿Sebastian? - murmuré

Escuché los pasos del dueño de la sombra y en efectivo, era Sebastian. Se acercó a mi mientras sonreía.

- Ginny, ¿qué haces aquí?- preguntó. - En apenas 5 minutos saldremos al campo. -

- Lo sé. - respondí. - Pero anoche se me olvidó desearte suerte, hoy es tu primer partido. - sonreí.

No sabia si él se apartaría o no pero igualmente me acerqué a´Sebastian y lo abracé con fuerza.

- Suerte. - susurré

- Gracias, aunque espero no defraudar a Harry y al equipo. -

- Estoy segura de que no lo harás. -

Finalmente Sebastian se marchó y yo regresé a las gradas de Gryffindor, busqué a Hermione con la mirada y enseguida la encontré. Le saludé con una sonrisa y miramos atentas el campo, ya empezaban a salir.

- Al final ha legado el día más esperado. Bienvenido al primer partido de Quidditch de la temporada. Los jugadores ya sobrevuelan el campo. Por Gryffindor tenemos a Potter, Angelina Johnson, Katie Bell, los gemelos Weasley, Alexander y como novedad a Sebastian Malfoy que jugara como cazador. - gritó el locutor. - Y por parte del Slytherin tenemos a Flint, Adrian Pucey, Grahan Montage, Bole, Miles Bletchley, Goyle y Draco Malfoy. -[i]

Todos empezaron a gritar y a cantar para ánimar a su equipo.

[i]- ¡Comienza el partido! ¡Slytherin tiene la quaffle! ¡Marcus Flint la pierde, esta ahora en manos de Katie Bell! ¡Katie la lanza a Angelina! ¡Buuf que cerca que ha pasado esa bludgge de Sebastian! ¡Marcus recupera la quaffle, se la pasa a Montage y goool! ¡10-0 a favor de Slytherin! ¡Vamos Gryffindor! ¡Katie recupera la quaffle y se la pasa a Angelina! ¡Goyle le lanza la bludgge y casi la derriba de su escoba! ¡Fred Weasley salva a Malfoy de otra bludgge y este consigue la quaffle! ¡ Sebastian se la pasa a Angelina, Angelina retrocede y se la vuelve a lanzar a Malfoy y gooool! ¡ 10-10 a favor de Gryffindor! -


- ¿Dónde esta Harry? - pregunté

-En la otra parte del campo. - dijo Herm señalándolo.

Pero realmente Harry no me preocupada, sino Malfoy. Lo busqué rápidamente con la mirada y lo encontré un poco más lejos, hablando con Goyle. El golpeador le paso el bate a Malfoy y este golpeo la bludgge que se dirigia locamente hacía él. El muy *** le había lanzado la pelota a su propio hermano con toda la mala intención del mundo.

- ¡Wow no se si esp estará permitido pero le habrá dolido mucho a Sebatian, nunca había visto tanto amor fraternal! -

Sebastian volaba con dificultad pero pronto recobró la normalidad.

- ¡10-20 a favor de Gryffindor! ¡20-20 a favor de Slytherin! ¡30-20 para Slytherin! ¡Atención Malfoy se lanza en picado, parece que ha divisado la Snitch! ¡Vamos Potter! -

Harry al escuchar las palabras del locutor alcanzó rápidamente a Malfoy. El rubio descendia a gran velocidad hacía el suello, me llevé la mano a la boca horrorizada. Si Malfoy continuaba así se estrellaría contra el suelo, al igual que Harry.

- ¡Buscadores cuidado el suelo está a tres metros! -

Todos contubimos la respiración, pues ninguno de los dos se retiró de la persecución. Malfoy estiró la mano pero una bludgge se estampó contra él y finalmente el rubio se retiró. Por lo que se ve Harry perdió de vista la Snitch y regresó a las alturas.

- ¡Y Sebastian decide devolverle la bludgge a su hermano en el mejor momento! -

Un poco más lejos de nosotras vi como Sebastian le devolvía el bate a Fred mientras ambos sonreían y mi hermano le gritaba algo.

- Sebastian no debío de hacer eso. - comentó Herm

- Simplemente le devolvió la bludgge a su hermano. -

- ¡20-30 a favor de Gryffindor! ¡30-30 para Slytherin! ¡Qué locura 30-40 para Gryffindor! ¡¿Pero qué ven mis ojos? Potter y Malfoy han vuelvo a divisar la Snitch y se dirigen a atraparla! ¡Imposible la Nimbus 2010 deja atrás a la Saeta de Fuego y atrapa la Snitch! ¡150 pto para Slytherin! ¡Slytherin gana! -

Todas las serpientes gritaron a pleno pulmón mientras que el equipo volaba en formación, exibiéndose. Igualmente nosotros aplaudimos por el esfuerzo de nuestro equipo y ellos en agradecimiento levantaron los puños. Había sido un gran partido y todos habíamos disfrutado al máximo.

Los leones finalmente regresamos al castillo, ya que las serpientes se quedaron un rato en el estadio festejando la victoria. Nuestros equipo recibió muchos comentarios de apoyo cuando llegaron a la sala común.

- Sebastian, ¿estás bien? - dije preocupada. Él sonrió para tranquilizarme.

- Tranquila, solo ha sido el golpe. -

- Tu hermano se habrá quedado agusto. - dije con odio.

- Pero la mano de Malfoy no estará mejor que tu hombro, Sebastian. - bromeó Fred. - ¡Buen golpe! -

- Vi la oportunidad y no pude resistirme. - rió el rubio.

El partido duró dos horas y media así que nos quedamos en la torre descansando, ya bajariamos más tarde al Gran Comedor. Pero, ¿quién iba a ser capaz de soportar a Malfoy después de su victoria? -

- Deberías ir a la Enfermeria. - dije

- Estoy bien, en serio. -

- Sebastian. - dije con voz peligrosa mientras me acercaba a él. - ¿Quieres qué te fracture el otro hombro? - sonreí mientras alzaba una ceja.

- Creo que prefiero que Draco me lancé otra bludgge. -

Le fulminé con la mirada y le di un golpe en el hombro dañado, todos rieron pero yo seguí fulminándolo.

- ¡Auch! Eso duele. - se quejó.

Ni si quiera hizo falta que le dijera más. Sebastian y yo abandonamos la torre y nos dirigimos a la Enfermeria, las puertas estaban medio abiertas así que entramos.

- Esperaba su visitar, Señor Malfoy. Su hermano acaba de irse. -

Sebastian se quitó la camisa y casi me desmayó al ver su bien formado torso. La enfermera empezo a tocar unos puntos exactos en el hombro del rubio y el se quejó.

- ¿Y cómo estaba Malfoy? - pregunté.

- Tenía la muñeca rota y varios dedos fracturados. - informó la bruja. - Le daría un buen golpe, señor Malfoy. -

- Él empezó. - replicó. - ¿Y mi hombro? - preguntó algo molesto.

- Tiene una fractura grave en el hombro. - La bruja caminó hasta un armario donde guardaba las pociones, cogió una y se acercó a nosotros. - Bébasela. - ordenó

Él lo hizo sin rechistar pero es su rostro se dibujo una mueca desagradable.

- El dolor ha desaparecido. - comentó él.

Cuando salimos de la enfermeeriaa nos encontramos de cara con Malfoy, que extrañamente iba solo.

- Me has roto la muñeca, Sebastian. - murmuro Malfoy completamente serio.

- Y tú me has fracturado el hombro, Draco. - reprochó Sebastian con seriedad.

Me tapé la boca con las manos y empecé a reírme con disimulo hasta que Malfoy me descubrió.

- ¿Se puede saber de qué te ries? - seguía estando serio y aquello me hizo más gracia.

Los dos hermanos clavaron su mirada en mi y es cuando me di cuenta, de que ambos y sin excepción eran terriblemente guapos y sexys.

- Ambos pareceis crios pequeños. ¿No es dais cuenta? - dije mirándolos a los dos.

- Entonces, si nosotros parecemos crios...¿tú qué? - dijo Malfoy

Malfoy miro a Sebastian y ambos sonrieron. ¿Desde cuando ellos se compinchaban contra mi?

- Muy gracioso, Malfoy. - ironicé. - Por cierto, esta mañana te podias haber estampado contra el suelo. -

- Seguro que estabas preocupada por mi. - sonrió y me fastidió muchísimo que diera en el clavo. -

Di un paso hacía él y le sonreí, Malfoy hizo lo mismo.

- Tienes razón, pero temía más por tu preciada Nimbus 2010 que por ti. - dije matizando el nombre de la escoba.

Él dio otro paso hacía mi y me clavo su fría mirada, pero yo no aparté la mia. Le sonreí triunfal.

- No me creo que tengas tan poco corazón. - susurró literalmente en mi oido.

Se dio la vuelta como si nada y se alejó, con las manos metidas en los bolsillos.

- ¿Por qué siempre su palabra tiene que ser la última? - pregunté frustrada.

Sebastian se encogió de hombros.

- Tal vez eso lo hace especial. -

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Mensaje por Luna Lovegood Granger Vie 03 Sep 2010, 21:44

Wow, Gran Capi, ya quiero saber que pasa, estoy ansiosa =D
Deseo seguir leyendo ¬¬
Aunque quiero más de Harry xDD
En fin, espero la continuación =D
bye
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Mensaje por Alexandra Potter Vie 03 Sep 2010, 23:32

Wow, el capi te quedo espectacular. =D
Bueno, pobre Ginny, yo digo que esta mega confundida... aunque sin duda yo me quedaría nada mas y nada menos con Draco XDD
en fin, espero la act =D
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Mensaje por Ailei Salvatore Sáb 04 Sep 2010, 06:07

Luna Lovegood Granger escribió:Wow, Gran Capi, ya quiero saber que pasa, estoy ansiosa =D
Deseo seguir leyendo ¬¬
Aunque quiero más de Harry xDD
En fin, espero la continuación =D
bye

Holaaa!! Gracias por tu comentario Wink
Y siento decirte que en este Fic Harry saldrá relativamente poco, lo siento....


Wow, el capi te quedo espectacular. =D
Bueno, pobre Ginny, yo digo que esta mega confundida... aunque sin duda yo me quedaría nada mas y nada menos con Draco XDD
en fin, espero la act =D

Holaa!!! Bueno Ginny esta confinda por el comportamiento de Draco... ¿quien no lo estaria? jajaj
pero ella tiene muy claro a quien quiere Cool Entonces si tu te quedas con Draco yo me quedo con mi Sebastian Cool Gracias por el comentario!!

Like a Star @ heaven Chicas lo más seguro es que publique mañana. Un besoo!!

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